El movimiento internacional Extinction Rebellion defiende desde 2018 la desobediencia civil noviolenta y las asambleas ciudadanas vinculantes como la herramienta más eficaz para actuar contra el colapso ambiental desde la justicia climática. Lanzamos una alerta a todos los colectivos de la sociedad civil, ante el anuncio realizado hoy por el gobierno.
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Después de año y medio de retraso, la ministra Ribera anuncia una asamblea virtual que no cumple en absoluto con los mínimos que garantizan su eficiencia. Es una propuesta mucho menos valiente que la ya puesta en práctica en Francia. La virtualidad de la propuesta limita su necesario impacto mediático, la profundidad del proceso y la posible transformación de los propios participantes. Y contrariamente a lo que se afirma, puede ser excluyente de algunos colectivos.
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Se llama Asamblea Climática pero no lo es: no permite participación ciudadana real y no podrá decidir sobre la necesaria transformación de nuestra sociedad.
Actualmente, un 80% de la población en nuestro país está convencida de la urgencia de actuar drásticamente ante la crisis climática y el gobierno propone un simulacro de participación.
De aquí a 2050, la comunidad científica alerta que España tendrá un clima “desconocido de rasgos espeluznantes”, propios del actual clima de Irak. Ante la magnitud de este desafío el gobierno español no está a la altura. Acaba de aprobar una ley climática que prevé una reducción del 23% de las emisiones para 2030, muy por debajo del acuerdo europeo del 55 %.
Con los Fondos NextGeneration, el gobierno ha sido incapaz de organizar una reconstrucción justa y estos fondos europeos beneficiarán principalmente a las grandes empresas. El anuncio de la Asamblea Climática virtual va en el mismo sentido: el gobierno ningunea a la ciudadanía proponiendo encuentros virtuales, sin definir los objetivos concretos (ya que la Ley de Cambio Climático ya está aprobada) y sin construir un marco real de toma de decisiones.
Es un comportamiento altamente peligroso, hasta suicida para nuestro sistema democrático. Actualmente, el 90% de la ciudadanía española desconfía de los partidos políticos en general, y el Congreso de los Diputados y el Gobierno de España ocupan el segundo lugar en las instituciones que generan mayor grado de desconfianza . Ante esta crisis de representación política, la asamblea ciudadana podría ser una oportunidad histórica para el Gobierno, de abrir una renovación democrática profunda, que permita generar adhesión transversal y cerrar el paso a los negacionismos y a la influencia intervencionista de los lobbies.
Esta asamblea climática virtual no cumple con los criterios organizacionales publicados en el informe Catching the deliberation wave de la OCDE, formulados a partir de 25 años de experiencias en participación ciudadana, y sobretodo no saca ningún provecho de las experiencias de las dos asambleas climáticas reunidas en Reino Unido y Francia el año pasado.
El gobierno español organiza una asamblea climática que no es una asamblea con posibilidad de acción real, empieza con una pregunta totalmente ambigua y termina sin más compromiso que remitir sus conclusiones al buzón de recomendaciones del Congreso. Se acerca más a una campaña de sensibilización que a una Asamblea Ciudadana real. XR denuncia este fracaso democrático que no es solo un fracaso. Como observa la escritora y activista Arundhati Roy:“lo que estamos presenciando no es una negligencia criminal, sino un absoluto crimen contra la humanidad”
1 https://www.lavanguardia.com/politica/20210427/7361055/90-espanoles-confia-partidos-politicos.html