Elena (centro) y Víctor (izquierda) sujetando pancartas en una acción de desobediencia civil frente al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico el pasado 21 de octubre.
Madrid 24 de febrero de 2022. Varios científicos han decidido abandonar sus prometedoras carreras profesionales para dedicar su tiempo a la lucha contra la crisis climática. Estas dimisiones se producen días antes de la publicación del segundo informe del IPCC el día 28 de febrero, que mostrará los impactos, adaptaciones y vulnerabilidad de los países frente al cambio climático y se enmarcan dentro de la campaña de Rebelión Científica que movilizará a más de 1000 científicos en más de 20 países haciendo desobediencia civil a principios de abril.
El primer caso es el de Mauricio Misquero, doctor en física y matemáticas e investigador aeroespacial (Marie Slodowska-Curie Early Stage Researcher) en un proyecto enmarcado en el programa europeo Horizonte 2020. Misquero decidió abandonar su trabajo "porque el sector aeroespacial es responsable de enormes emisiones de gases de efecto invernadero y continúa creciendo". "Porque cuando hay un incendio en tu casa, no puedes entretenerte con cohetes de juguete, y porque esto al final solo beneficiará a los más privilegiados", zanja. Ahora dedicará su tiempo a las charlas para aumentar la concienciación y la movilización climática entre la sociedad, hecho que explica en esta carta es considerado un acto de desobediencia civil.
Para Elena González, doctora en astrofísica , e integrante del movimiento social contra la crisis climática Scientist Rebellion, se ha tratado de una decisión "muy difícil" ya que "ser astrónoma es el sueño de mi vida, pero me he dado cuenta de que posiblemente el trabajo que estoy haciendo no sobreviva a las próximas décadas, pues el colapso climático es el fin de gran parte de la vida como la conocemos".
El último informe del IPCC, filtrado por los movimientos Scientist Rebellion y Extinction Rebellion España --a los que ella pertenece-, advierte sobre el aumento de los efectos del cambio climático, que se incrementarán en todas las regiones del planeta y, sobre el potencial calentamiento de la Tierra de hasta 4,4 ºC en la segunda mitad del siglo si se mantienen los niveles de emisiones de CO2 actuales. El informe refleja que el modelo económico actual es incompatible con los límites biofísicos del planeta y afirma que la estabilización del clima depende de reducciones drásticas, rápidas y sostenidas de los gases de efecto invernadero, y de reducir las emisiones de CO2 cero neto.
"Si nos creemos la urgencia hay que actuar como tal, no es suficiente con publicar artículos científicos, hay que pasar a la acción", afirma por su parte Víctor de Santos, ambientólogo de formación. De Santos trabajaba en el sector renovable, facilitando el despliegue de estas fuentes de energía limpia, hasta el pasado 18 de febrero, cuando tomó la decisión de dejar su empleo argumentando que "poner placas solares no es suficiente para evitar lo peor de la crisis climática", sino que "necesitamos un cambio estructural del sistema y reducir nuestros niveles de consumo".
Estas dimisiones se enmarcan dentro de la "rebelión científica", una campaña que alienta a otros científicos y académicos a sumarse a las acciones de desobediencia civil masivas y noviolentas previstas para el próximo mes de abril, en vista de que los artículos científicos que se han publicado insistentemente a lo largo de las últimas décadas no han sido suficientes para cambiar el rumbo de esta crisis. La solución pasa por la desobediencia civil.
Eco en medios:
Ctxt: ""Si empieza a degenerar la situación del clima será más fácil que triunfen regímenes autoritarios"
El Salto: "Esto es un acto de desobediencia civil"
Cadena Ser: "Esperamos un asteroide y ya está aquí"